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¿Usted ronca? ¿Cuándo se levanta se siente cansado? ¿Se siente constantemente cansado durante el día? Si respondió que sí a algunas de estas preguntas, es probable que no esté logrando el sueño de calidad que necesita. Los ronquidos y la somnolencia pueden significar más que simplemente sentirse adormecido durante el día. Pueden ser síntomas de apnea del sueño.
El síndrome de apnea e hipopnea obstructiva del sueño (SAHOS) es una enfermedad frecuente que afecta al 4% de la población adulta. Hay sujetos que por causas anatómicas, hereditarias, deformidades, procesos centrales u otras afecciones, poseen una faringe reducida y más colapsable. Esto se evidencia durante el sueño, cuando los músculos dilatadores de la faringe se relajan. La vía aérea se cierra y la respiración disminuye o cesa. El nivel de oxígeno de la sangre baja 4,10, 20 o más puntos y el sueño se interrumpe en forma refleja.
Síntomas:
Dolor de cabeza matinal.
Reducción de la capacidad de concentración.
Fatiga.
Alteración del carácter.
Levantadas nocturnas para orinar y disminución de la potencia sexual.
Alrededor de un 5% de la población sufre esta enfermedad, lo que supera las cifras de diabetes y asma bronquial. Afecta tanto a niños como adultos, y es más frecuente en hombres entre 30 y 60 años. En las mujeres aumenta después de la menopausia.
Aumenta con la edad, y enfermedades asociadas como rinitis, asma, hipotiroidismo, etc., pero la Obesidad es el principal factor de riesgo para los sujetos susceptibles.
Tipos de Apnea:
Apnea central: ausencia de movimientos toracoabdominales producto de abolición del estímulo centro respiratorio.
Apnea obstructiva: cese del flujo producto de oclusión de la vía aérea, lo que determina persistencia del esfuerzo ventilatorio.
Apnea mixta: comienza como una apnea central, seguida de un componente obstructivo.
Consecuencias:
Hay numerosas trabajos científicos que demuestran que los individuos con SAOS, no sólo se enferman más, sino que tienen mayor mortalidad, si no son tratados.
Los pacientes tienen un significativo mayor riesgo de hipertensión, arritmias, problemas coronarios y accidentes cerebrovasculares. También, resistencia a la glucosa o agravación de la diabetes. Hay mayor tendencia a la apatía (sujetos fomes) y puede haber depresión y gran deterioro de la calidad de vida.
Por último, debido a la mayor tendencia a dormirse durante el día, quienes lo sufren tienen mayor riesgo de accidentes de tránsito y laborales.
Si usted o algún familiar cumplen con alguno de los síntomas del SAOS, es recomendable que consulte a su médico para su estudio y eventual tratamiento.
Tratamiento:
El SAOS tiene un tratamiento efectivo, que en la gran mayoría de los casos mejora la calidad de vida y revierte los riesgos.
En adultos, el tratamiento de primera línea y más eficaz es el CPAP automático (presión aérea positiva automática). Además, existen opciones complementarias, como cirugía o dispositivos de avance mandibular para los casos leves o situaciones especiales
